¿Alguna mujer diría NO a un pelo bonito, sano y fuerte? En pos de la belleza, probamos infinidad de remedios, pero seguimos creyendo en muchos mitos. Echa un vistazo a estos consejos para el cuidado capilar basados en las más populares creencias falsas. ¿Hay algo de verdad en alguno de estos mitos?
Somos capaces de hacer mucho para que nuestro pelo sorprenda por su brillo, longitud y elasticidad. Lástima que a menudo lo perjudiquemos siguiendo consejos procedentes de fuentes poco fiables.
Si a tu amiga le funciona dormir con el pelo mojado, eso no significa que a ti no se te vaya a romper. Entonces, será mejor que encuentres una forma mejor de reducir el uso del secador. Al fin y al cabo, el pelo mojado es mucho más propenso a estropearse.
En definitiva, ¿de qué consejos populares para el cuidado del cabello deberías olvidarte para siempre?
MITO N.º 1
Un lavado frecuente hace que el pelo se caiga rápidamente
Cuando el pelo empieza a caerse en exceso, mucha gente le echa la culpa a las actividades más sencillas, como lavarse. Que un lavado frecuente del cabello, lo cual supuestamente desencadena su caída, provoque sequedad y empeore el estado general del pelo es un mito muy extendido y persistente.
Esto no es cierto. En realidad, una correcta rutina de lavado del cabello combinada con un suave masaje del cuero cabelludo y con un producto de lavado adecuado mejorará el aspecto del pelo. Al lavar el pelo a diario, favoreces el riego sanguíneo, purificas el cabello y el cuero cabelludo, refuerzas los bulbos y, en consecuencia (y contrariamente a lo que afirma el mito), aceleras el crecimiento del cabello.
Sin embargo, hay una pizca de verdad en este mito. Si utilizas a menudo productos inadecuados con jabones fuertes, puedes provocar la caída de demasiados pelos.
La creencia de que el pelo se acostumbra a los productos es uno de los mitos más comunes que aparecen en los anuncios. Para animarnos a comprar más cosméticos, las marcas nos hacen creer que necesitamos un champú nuevo porque el que usamos ya no funciona. ¿Es esto verdad?
Hay que saber que ni el pelo ni el cuero cabelludo se acostumbran a los cosméticos. Las sustancias actúan siempre de la misma manera, nutriendo, hidratando, reparando. La impresión de que un cosmético ya no funciona no es consecuencia de haberse acostumbrado a él, sino de la mejora del estado del cabello. En otras palabras, un determinado acondicionador o champú ya no cumple su función porque ya la ha cumplido estabilizando tu cabello. En definitiva, ¡es hora de que hagas cambios en tu cuidado capilar!
Este popular mito sobre el cuidado del pelo está relacionado con casi todos los tipos de cosméticos: acondicionadores, mascarillas, champús, aceites. Creemos erróneamente que la cantidad de un producto se traduce en mejores resultados: pensamos que así aportamos más nutrientes. Lamentablemente, esto no es cierto.
Al aplicar cualquier producto, ¡hay que seguir las instrucciones de uso! Si el fabricante indica que una gota es suficiente para un cabello de longitud media, no te eches una taza del acondicionador en la cabeza. Aplicar más producto del indicado en el prospecto no mejorará el resultado ni hará que actúe con más intensidad. Lo mismo ocurre con otro error que solemos cometer: aplicamos el acondicionador en el cuero cabelludo cuando está claramente indicado que este producto ha sido diseñado para el cabello.
No se aceleran los resultados ni se ahorra dinero, sino que se desperdician muchos productos y, sobre todo, se apelmaza el cabello, se obstruyen las salidas de los folículos pilosos y se engrasa el cuero cabelludo.
El crecimiento del cabello se debe a la correcta división de las células en los bulbos pilosos: las sustancias nutritivas llegan al folículo piloso y se sintetizan en queratina. No importa si te cortas o no las puntas del pelo: esto no influye en su crecimiento. Todos los procesos esenciales tienen lugar en el cuero cabelludo.
Pero hay algo de verdad en este mito: si te cortas las puntas con regularidad, tu pelo puede parecer más largo. Esto no se debe a que crezca a un ritmo más rápido, sino a que el pelo no se rompe en las puntas y está más sano.
Existen algunos mitos sobre las canas. Uno de ellos afirma que las canas que te arrancas son sustituidas por un nuevo cabello de color normal. Otros, en cambio, dicen que van a crecer dos pelos en lugar del que te arrancaste. ¿Qué debemos creer entonces?
La verdad es que arrancar una cana no tiene ningún efecto: el pelo gris ni desaparece ni vuelve a crecer en mayor número. Un bulbo solo genera un pelo, así que solo vuelve a crecer un pelo y también será gris: las canas son la consecuencia de la pérdida de la capacidad de crear pigmento en las células que hacen crecer el pelo. Un bulbo que genera un pelo gris nunca volverá al color anterior.
¿El cepillado hace que el pelo crezca más rápido y aumente el brillo o funciona al revés? Depende de si sabes cómo cepillarte el pelo correctamente. La verdad es que un cepillado demasiado enérgico o frecuente con accesorios equivocados puede causar daños. Si quieres evitar la rotura del pelo, así como las cutículas y puntas abiertas, elige un peine o cepillo adecuado para tu tipo y estado de cabello.
En algunos casos, un cepillo puede estimular el flujo sanguíneo en el cuero cabelludo y mejorar el estado y el aspecto del pelo, pero recuerda que debes cepillar con suavidad.
Algunos anuncios prometen volver a unir las puntas abiertas. Definitivamente esto es un mito: cortar las puntas dañadas es la única manera de deshacerse de ellas.
La verdad es que no existen cosméticos capaces de volver a unir las puntas abiertas. Ninguna mascarilla, acondicionador, sérum o aceite conseguirá este efecto. Algunos productos solo dejan una capa pegajosa, por ejemplo de siliconas, que hace que las puntas del pelo parezcan más suaves y sanas. Pero todo son apariencias.
¿Es posible arreglar las puntas abiertas? En general, no. Aunque existen tratamientos como Olaplex que reconstruyen los enlaces disulfuro del cabello y aportan queratina esencial, el resultado dependerá de lo estropeadas que estén las puntas de tu pelo.
Seguro que muchas mujeres embarazadas han oído que no deben teñirse el pelo porque perjudicaría al bebé. Este es un mito muy extendido. Se han realizado muchas pruebas para examinar la absorción de pigmentos y el efecto de un tinte capilar en un feto y se ha demostrado que el tinte es inocuo. Las embarazadas pueden teñirse el pelo libremente, sobre todo si se decantan por tintes naturales sin amoniaco que contengan pigmentos vegetales.
Puedes tomar otra ración de mitos mientras ojeas los consejos sobre el uso de aceites en el cuidado del cabello. ¿Cómo funcionan realmente los ingredientes y cuál es el resultado de la batalla aceites naturales vs. aceites minerales?
En primer lugar, los aceites naturales no engrasan el pelo si se utilizan las cantidades y el método de aplicación adecuados. Un aceite que se adapte al tipo y estado del cabello no lo engrasa ni lo apelmaza, sino que lo alisa, lo protege, le aporta hidratación, domina los pelos rebeldes, le da brillo y le aporta elasticidad.
En cambio, el aceite mineral no tiene poder acondicionador. Por el contrario, puede irritar el cuero cabelludo y deshidratar o apelmazar el cabello. El aceite mineral tiene un gran inconveniente: no es un cosmético natural, sino un subproducto de la destilación del petróleo. Así, proporciona un resultado superficial, un brillo temporal y un cabello de aspecto suave. Estos efectos durarán solo hasta el siguiente lavado.
Esta es otra idea equivocada sobre el cuidado capilar. Hay que destacar que no hay que peinarse el pelo mojado porque es mucho más propenso a dañarse. Los rizos son una excepción. Si optas por peinarte el pelo mojado, necesitarás un peine de púas anchas de calidad. Si lo haces con suavidad, evitarás que se dañe. Sin embargo, siempre que sea posible, cepíllate el pelo una vez seco.
El hecho de que cortarse las puntas no potencie el crecimiento del pelo no significa que sea imposible acelerarlo. Afirmar que no se puede hacer nada para acelerar el crecimiento del pelo es otro mito.
En realidad, hay muchas formas de estimular un crecimiento más rápido del cabello. Los tratamientos regulares con aceite capilar, los exfoliantes y los masajes del cuero cabelludo son útiles, así como tomar alimentos ricos en ácidos grasos, vitaminas (sobre todo biotina), cobre y zinc.
Aun así, debes recordar que la velocidad de crecimiento tiene sus limitaciones determinadas por nuestros genes. El pelo no puede crecer 5 centímetros en una semana por arte de magia.
Algunas personas creen que los productos de peluquería son los mejores, lo cual es otro mito perdurable.
En realidad, los productos profesionales de peluquería no son mejores que los de otras tiendas. Lo importante no es el lugar, sino los ingredientes. Muchos productos que puedes encontrar en cualquier tienda tienen una composición de nutrientes realmente valiosa que proporciona un resultado natural, profundo y duradero. Al mismo tiempo, muchos productos de peluquería tienen una mezcla de siliconas que ofrece resultados instantáneos, pero no duraderos. ¡Ten esto en cuenta!
Una de las teorías más extrañas afirma que cuanto más largo y pesado es el cabello, más se cae. Esto no es cierto.
Obviamente, hay varias causas tras la caída del cabello (que van desde un cuidado incorrecto hasta desequilibrios hormonales o genética), pero el peso y la longitud no afectan a la cantidad de pelo que se pierde. El estado del cabello es mucho más importante: un pelo largo puede llegar a caerse menos que un pelo corto y dañado. Solo tienes que acordarte de fortalecer adecuadamente los bulbos del pelo largo y, así, prepararlos para soportar el peso.
¿Cómo reconocer un champú de calidad? Muchas personas creen que un champú que hace espuma lava y elimina eficazmente las impurezas. Este es otro mito muy extendido que hay que desmentir.
En realidad, el champú aclarante que mejor funciona no necesita hacer espuma. Es importante que contenga los ingredientes adecuados (no demasiado fuertes para evitar la deshidratación del cabello) y sustancias que controlen el funcionamiento de las glándulas sebáceas, acondicionen el cuero cabelludo y reequilibren su pH. Curiosamente, los champús sin sulfatos suelen ser los que mejor resultados ofrecen, ya que limpian con mayor precisión.
Este es otro mito sobre el champú. Las empresas cosméticas siempre nos han hecho comprar champús acordes con nuestro tipo de pelo: para cabellos dañados, finos, encrespados, teñidos, etc. ¿Por qué? Al fin y al cabo, un champú sirve para limpiar el cuero cabelludo.
La denominación "champú capilar" es un poco engañosa. No debes elegir un champú en función de tu tipo de pelo: los problemas relacionados con el cuero cabelludo importan más. Si tienes el pelo graso, la causa debe ser un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas del cuero cabelludo. Si te molesta la caspa, deben haber aparecido hongos en el cuero cabelludo. Es importante que compruebes qué tipo de limpieza necesita tu cuero cabelludo, ya que el estado y el aspecto de tu pelo dependen de ello.
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