¿Tu pelo se vuelve graso demasiado rápido? Este es un problema que afecta a gran parte de la sociedad. El pelo grasiento no solo se ve antiestético, sino que también significa que hay algunos problemas de salud. ¿Cómo acondicionar el pelo grasiento? ¡Deja que tu cabello hable!
En tu cuidado diario, deberías seguir el consejo de los profesionales, lo que significa que seas previsora. Evitar que el pelo se vuelva grasiento nos puede salvar de muchos problemas capilares. ¿Qué se puede hacer si, tristemente, ya tenemos el problema de cabello graso? No importa si es un síntoma de una enfermedad o solo un problema de belleza, el pelo grasoso siempre es un problema. Para lidiar con ello de manera efectiva, la clave está en saber las causas.
El pelo graso es plano, apelmazado, sin volumen y tiene un brillo que no es nada sano. Se ve como si no se hubiese lavado durante días, aunque haya tenido contacto con un champú ese mismo día por la mañana.
Las glándulas sebáceas se distribuyen por todo el cuerpo; también en el cuero cabelludo. Producen el sebo, que es esencial para proteger la piel y el pelo de la pérdida de hidratación, pues este crea una barrera natural protectora. El problema comienza cuando las glándulas producen demasiado sebo, lo que causa pelo graso. La cantidad del sebo depende de muchos factores. El pelo suele volverse graso debido a un cuero cabelludo extremadamente seco, lo que fuerza a las glándulas a intensificar su trabajo. Sin embargo, se pueden estimular de manera mecánica o por las hormonas.
Lo interesante es que la sobreproducción de sebo puede ser hereditaria o venir con piel grasa. Sin embargo, si tienes un tipo de piel seca o normal, puede haber otra causa del problema, como por ejemplo, un cuidado o rutina de limpieza incorrectos.
¿Qué puedes hacer para que el pelo se vuelva menos graso? Obviamente, debes reducir todos los factores que puedan estimular la función de las glándulas de sebo en el cuero cabelludo. Eliminar las causas es lo más importante, como por ejemplo, tener una dieta balanceada, lavar el pelo más a menudo o evitar productos que deshidraten el cuero cabelludo. Aunque, generalmente, no es suficiente.
Puedes comenzar la batalla durante la fase de limpieza. Nos solemos preguntar qué champú escoger, lo cual es algo bueno porque elegir un champú incorrecto puede intensificar el problema, en lugar de ayudar. Debemos evitar los champús para pelo seco, emolientes fuertes y productos para alisar, así como los destinados al pelo graso. Esto puede resultar sorprenderte pero la explicación es muy simple. Los primeros tienen fórmulas demasiado pesadas mientras que los otros pueden dejar el cuero cabelludo demasiado seco y duplicar la secreción de sebo.
Entonces, ¿cuál es el mejor champú para el pelo graso? Una consistencia ligera y evitar ingredientes que sobrecarguen el pelo (como las siliconas) es lo más importante. Un champú ideal para el pelo graso debería contener extractos de hierbas, especialmente de ortiga, rábano negro, té verde, aloe, cítricos, salvia, bardana, saponaria... De vez en cuando, puedes quitar el exceso de sebo con un farmacéutico adecuado.
Truco: Puedes diluir el champú con agua (proporción 1:1) para que el producto sea más ligero y que no apelmace.
No se recomienda lavar el pelo graso con agua fría o caliente porque mantener un balance es recomendable en caso de tener problemas con las glándulas de sebo. Cuando se lave, los movimientos gentiles son la opción correcta para que no se estimulen las glándulas de manera mecánica. Debes de lavar el pelo grasoso dos veces para eliminar la suciedad de manera efectiva y para dejar un frescor duradero. ¿Cuándo lavarlo? Lo mejor es por la mañana, ya que las glándulas de sebo están más activas por la noche.
¿Qué tan seguido deberías lavar el pelo graso? Es hora de desmentir uno de los mitos más populares. Dejar de lavar el pelo por unos días no resuelve el problema. Después de lavarlo, el pelo seguirá tan grasoso como antes. De esta manera, podemos desarrollar foliculitis debido a la acumulación de sebo. Debes lavar el pelo graso con la frecuencia que sea necesaria; no más de una vez al día. Lavarlo todos los días no aumenta la producción de sebo si usas champús suaves (libres de detergentes fuertes) y sigues unas normas simples para lavar el pelo graso (mira las anteriores).
La regla es simple: debes de reducir todo lo que pueda estimular las glándulas de sebo como por ejemplo, las altas temperaturas. Así que, si tienes que usar el secador, usa el aire frío y mantenlo a una distancia de un mínimo de 15 centímetros del cuero cabelludo. Cuando lidies con este problema, es una buena idea dejar los rizadores y planchas (cualquier herramienta de estilizado con calor). Los recogidos apretados y llevar gorros son malos para el pelo graso, mejor prescindamos de ellos. ¿Suficiente?
Diferentes productos de estilizado, como la cera, mousses o la seda líquida pueden intensificar la grasa del pelo. Deberías, definitivamente, deshacerte de todos los primers para peinado, fijadores y productos que reducen el tiempo de secado. Estos pueden apelmazar el pelo e irritar el cuero cabelludo. Los cepillos de cerdas duras, los peines y el popular Tangle Teezer también pueden hacer lo mismo. Un cepillo de cerdas suaves y naturales es ideal para cepillar el pelo graso.
¡Desde luego que sí! Existe la creencia popular de que toda mascarilla, acondicionador o sérum puede apelmazar el pelo graso. Como siempre, la verdad reside en el medio. Puede ocurrir que uses productos que no sean adecuados. Todo el mundo comete el mismo errror: dejar de lado la hidratación, tener miedo de hacer que el pelo se vuelva graso rápidamente. Es un autosabotaje: como resultado, el pelo necesita hidratación y trata de producirla segregando más sebo. El efecto es adverso.
Otra manera de dar la correcta nutrición es un tratamiento de aceite de pelo antes de lavarlo. Por muy increíble que parezca, las grasas vegetales pueden ayudarnos a lidiar con el problema. Si los aceites capilares suplen sus necesidades, pueden reducir el sebo, pues retienen el agua, por lo que eliminan el problema del cuero cabelludo demasiado seco. Lo importante es que sean adecuados para el uso en el cuero cabelludo, no solo en el pelo. En Caso de pelo graso, son una mejor opción que los acondicionadores tradicionales. Los mejores aceites para el pelo son, entre otros, el Aceite de Bardana y el de Jojoba (los encontrarás en Nanoil para pelo de porosidad media).
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