El otoño es una estación bastante nostálgica, mientras que las tardes de invierno tienden a alargarse... ¿Quieres alegrar un poco esa tristeza otoñal? Hazte un SPA en casa. No solo está en consonancia con la magia del otoño y el invierno y te relajará, sino que también dará un impulso a tu reloj biológico, te añadirá energía y aportará un increíble efecto hidratante sobre la piel. Los tratamientos de SPA no tienen por qué realizarse en un balneario. También puedes hacerlo en la intimidad de tu casa. Aquí te dejamos los mejores consejos para hacerte una sesión de SPA en casa.
SPA proviene del latín sanus per aquam; es decir, "salud a través del agua". Hace siglos se hacían viajes a zonas con aguas curativas. Spa (ciudad belga) es famosa por sus aguas calientes, que dan nombre al ritual, y es una especie de santuario de tratamientos saludables. Hoy en día, el nombre balneario engloba numerosas actividades relajantes y embellecedoras alrededor de un baño.
La costumbre del pasado de utilizar el poder saludable y curativo del agua sigue siendo muy popular. Los baños de salud y relajación, los masajes con aceites aromáticos, los exfoliantes y otros tratamientos corporales son ejemplos de terapias SPA. Su objetivo es devolver la vitalidad, la salud y la belleza. Un SPA profesional implica pagar grandes sumas de dinero y buscar una cita libre en un balneario. Pero los tratamientos caseros te relajarán tanto como los de pago.
Sin lugar a dudas, el momento más placentero de todo el ritual SPA es cuando te sumerges en una bañera llena de agua perfumada y caliente. Espera, ¿y el agua? ¿Templada o caliente? ¿Qué temperatura de agua mimará tu piel? Por supuesto, eso dependerá de tus expectativas y del tiempo que quieras tumbarte a holgazanear:
- El baño templado (37 °C - 39 °C) es una forma perfecta y rápida de relajación para personas activas: calienta y alivia los músculos doloridos. El tiempo óptimo que debes permanecer en la bañera son 15-30 minutos.
- El agua templada (31 ºC - 36 ºC) también es muy relajante, alivia el cansancio y da un poco de sueño. Son suficientes 15 minutos en este baño.
- El baño frío (25 °C - 30 °C) es una forma de refrescarse que a menudo necesitamos. Un baño frío estimula, aumenta el flujo sanguíneo y el metabolismo. Permanece en la bañera hasta 5 minutos.
¿Cómo afecta el calor al organismo? ¿Tiene beneficios para la salud un baño de agua caliente? Sabemos que el calor es agradable y que un baño caliente sienta como el paraíso. Lástima que no sea lo más saludable que puedas hacer. Nunca dejes que la temperatura del agua supere los 40 °C. El agua demasiado caliente reseca la piel y provoca un envejecimiento prematuro. Como consecuencia, la piel puede empezar a descamarse y a picar.
Resulta que la hora a la que realices tus rituales de SPA sí importa. Lo ideal es hacerlo por la noche, cuando nada ni nadie se interponga en tu camino y estropee tu momento de relax. Avisa a tus compañeros y amigos de que estás inalcanzable, apaga el móvil y permítete estar a solas con tus sensaciones y sentidos.
El ambiente es un secreto para el éxito de los rituales SPA. Intenta crear una atmósfera romántica y reúne todo aquello que pueda calmar tus sentidos: velas aromáticas, flores, aceites, música ambiental, de relajación o con sonidos de la naturaleza (lluvia, olas del mar, bosque). Decora el cuarto de baño con lámparas parpadeantes o bolas de algodón. ¿Quizá te gustaría escuchar poesía en un audiolibro? También puedes llevarte una copa de vino, un libro, cacao, té verde o fresas. En otras palabras, llévate cualquier cosa que te haga más agradable la relajación y los cuidados de belleza.
Cuanto más cerca de la naturaleza, mejor. Por eso, los cosméticos caseros complementan todo el ritual, y sorprenden tanto por sus resultados como por sus ingredientes, textura, color y aroma que relajan los sentidos.
Durante tu sesión de SPA, puedes utilizar muchos productos que tengas en casa: aceites, manteca, sal, leche, miel, hierbas, hidrosoles, posos de café, aceites esenciales o arcillas cosméticas.
Las posibilidades son ilimitadas y cada una de tus sesiones de SPA puede tener un aspecto y un olor diferentes. Puedes enriquecer tu baño con aceites naturales o aromáticos, verter algunas sales o bombas de baño efervescentes, añadir un poco de leche o poner en la bañera una bolsa de lino bien cerrada y llena de hierbas aromaterapéuticas e hidratantes. Recuerda no mantener el agua demasiado caliente. Si quieres permanecer más tiempo en la bañera, evita también el agua demasiado fría. La temperatura óptima es de 36-39 °C.
Un exfoliante casero de café o azúcar es insuperable si lo realzas con un aceite natural de alta calidad y le añades algo de variedad con el aceite esencial adecuado. Los exfoliantes corporales caseros suelen ser más eficaces que los ya preparados. Acuérdate de usarlo con regularidad para presumir de un cuerpo firme, liso y sin celulitis.
El baño SPA en casa es un momento ideal para una mascarilla facial casera porque la piel está suave debido al calor. De esta manera, absorbe mejor los nutrientes: los poros abiertos y la epidermis suave permiten una limpieza profunda.
Al tumbarte en la bañera, no te olvides de una buena mascarilla; lo ideal es que la hagas tú misma. Elige una que nutra, hidrate y limpie la piel al mismo tiempo. La arcilla cosmética rosa o blanca es un ingrediente perfecto. Combínala con un agua floral, zumo de aloe, aceites, infusiones de hierbas... todo ello para conseguir un cosmético perfecto según las necesidades de tu tipo de piel.
El tratamiento con aceite capilar (al igual que el SPA) surgió hace mucho tiempo y complementa fantásticamente bien la idea de bienestar. Consiste en nutrir en profundidad el cabello y (lo que es importante) los folículos con un aceite natural o una mezcla bien formulada de aceites, que se extiende sobre el cabello húmedo, incluido el cuero cabelludo. Tras el ritual SPA, aclara bien el aceite y lava el cabello con champú.
Los aceites naturales son tus mejores aliados, así que echa mano de ellos siempre que puedas. Una loción corporal natural a base de manteca de karité y aceite de macadamia proporciona efectos sorprendentes en forma de piel perfectamente hidratada, elástica y suave. Este tipo de bálsamo también sirve para manos y pies, así que puedes llevarlo encima en un tarrito y extenderlo sobre la piel siempre que te apetezca. Su propia composición aromática te pondrá de buen humor (recuerdatorio de tu sesión de SPA en casa).
Mezcla 25 ml de aceite de jojoba, 25 ml de aceite de aguacate y aproximadamente 10 gotas de aceite esencial de lavanda (también puedes elegir otro aceite esencial relajante que tenga un olor que te guste o combinar varios aceites). Solo asegúrate de que el aceite es seguro, no provoca reacciones alérgicas ni irrita la piel.
Mezcla una taza de sal marina (de grano fino o grueso), sal rosa del Himalaya y sal amarga (también conocida como Epsom). Si quieres, puedes combinar varios tipos de granos para que tu aromático potenciador de baño resulte más encantador. Solo recuerda que los granos gruesos tardan más en disolverse.
La sal, especialmente el sulfato de magnesio (Epsom), es una rica fuente de minerales y es famosa por su efecto desintoxicante, relajante y reparador de la piel. La sal es un paraíso para las pieles grasas y con acné, ya que las libera de todas las imperfecciones, dejándolas suaves y nutridas. La sal que absorbe la piel en un baño permanece en su interior de 4 a 9 horas.
Si no te gusta que queden granos de sal en el fondo de la bañera, pon la sal en una bolsita (de organza o lino) y sumérgela en agua. De esta forma, la sal se derritirá desprendiendo todas las sustancias hidratantes.
Además de la sal de baño, puedes poner otros ingredientes sorprendentes en una bolsa. Por ejemplo, puedes poner hierbas y salvado de avena. Puedes mezclarlos con unas gotas de tu aceite esencial favorito (también tienen un potente efecto hidratante y relajante) y añadir cáscaras de cítricos, flores secas (tilo, caléndula, tomillo), canela en rama o vainilla en grano.
Tenemos mucho donde elegir y, sin duda alguna, deberíamos dedicar algo de tiempo a informarnos sobre los beneficios de las hierbas para la belleza. Te presentamos las mezclas más populares que puedes preparar para tu SPA en casa.
Este baño alivia los músculos y los dolores menstruales. Incluso puede ayudarte a relajar los músculos cansados después de un entrenamiento.
El apio de monte tiene efecto antifúngico, mientras que la melisa calma y alivia.
Este baño calma los nervios y alivia los músculos y articulaciones doloridos. La salvia afecta al sistema nervioso, mejora el estado de ánimo y aleja el estrés, mientras que la corteza de roble tiene un efecto astringente, antibacteriano, antifúngico, antivírico, antiinflamatorio y fortalecedor de la piel. El hisopo es una rica fuente de numerosas sustancias bioactivas, tiene un sorprendente efecto hidrante y cicatrizante sobre la piel, estimula con su aroma y calma los sentidos.
Este es un clásico entre todos los baños SPA.
La lavanda tiene un olor característico que mucha gente adora. La lavanda calma el cuerpo y la mente, restablece el equilibrio y alivia el estrés. El aroma de la lavanda es relajante, mientras que la infusión de lavanda afecta a los músculos de todo el cuerpo y es una tabla de salvación después de un duro entrenamiento. El baño de lavanda es ideal para las personas que sufren neurosis y trastornos nerviosos, dolores de cabeza crónicos y migraña.
Mezcla media taza de posos de café con [aceite de aguacate] hasta obtener una mezcla suave. Enriquece la mezcla resultante con una cucharadita de canela y añade 5 gotas de aceite esencial (idealmente aceite de pomelo o naranja para hacer un exfoliante anticelulítico).
Vierte la mezcla en un tarro bonito. Frota el exfoliante sobre la piel durante unos minutos y aclara bien. En lugar de café, prueba con salvado de avena picado o granos de azúcar (masajea la piel hasta que el azúcar se derrita).
Al hacer este exfoliante, utiliza sal de grano fino para evitar irritaciones cutáneas. Mezcla la sal con aceite natural (lo ideal es utilizar una mezcla de [aceite de ricino] y aceite de aguacate). A continuación, añade lentamente aceites esenciales: hasta 10 gotas para no provocar irritaciones cutáneas. Mezcla bien todos los ingredientes con movimientos suaves. Coloca el exfoliante resultante en un bonito tarro u otro recipiente que puedas cerrar herméticamente para mantener el aroma en su interior.
El masaje es una parte esencial del ritual SPA. Es la forma más poderosa de relajar los músculos y calmar los nervios. Puedes masajearte el cuerpo, especialmente cuando necesites hidratar la piel. Para ello, utiliza aceites naturales: evita los aceites sintéticos de farmacia (a menudo están compuestos de parabenos y alcoholes, lo cual no es bueno para la piel caliente después del baño). Mezcla un aceite natural con unas gotas de aceite esencial: muchos de ellos tienen un efecto hidratante, estimulan la circulación sanguínea, desintoxican y calman.
Masajea la piel presionándola suavemente. Si quieres, puedes hacerte con una herramienta especial para masajes. Este tratamiento libera las células de toxinas, estimula el flujo linfático y tiene un efecto reafirmante y anticelulítico.
Pon aproximadamente 200 g de manteca de karité y 15 g de cera de abejas en una olla y caliéntela ligeramente en el fuego para que los ingredientes se fundan (no dejes que hierva). Retira el cazo del fuego y deja que se enfríe un poco (pero no dejes que se endurezca).
Añade unos 50 g de [aceite de macadamia] y 20 g de aceite de jojoba. Para que la loción huela de maravilla, impregna la mezcla con tu aceite esencial favorito.
El siguiente paso consiste en mezclar los componentes. Asegúrate de que la mezcla se enfría, pero está lo bastante blanda. Utiliza una batidora y bate la pulpa hasta que quede tan esponjosa como una nube.
Pon la loción en un tarro y úsala después de cada baño. No dudes en masajear también la piel de manos y pies.
La arcilla cosmética es un concentrado de valiosos minerales con un increíble efecto limpiador. La arcilla blanca es la más suave, pero elige la que mejor se adapte a tu tipo de piel. La arcila es polvorienta, por lo que es mejor mezclarla con aceite de jojoba, [argán] o aguacate para que adquiera cualidades adicionales, por ejemplo, reafirmar, reparar, mejorar el aspecto e hidratar la piel o tener un efecto antiarrugas. Puedes dejar la mascarilla mientras te bañas y aclararla después. Si tienes un agua floral, pulverízala sobre el rostro después de aclarar la mascarilla. Los hidrolatos nutren la piel, equilibran su pH y actúan como tonificantes.
Si tu pelo necesita reparación mientras que el cuero cabelludo clama por nutrientes y limpieza, nada funciona mejor que un aceite natural. Elige el aceite adecuado para el tipo de porosidad de tu cabello o escoge el que sea apto para todo tipo de cabellos (aceite de argán, de macadamia, de ricino).
Si sueñas con un cuidado capilar de gran nivel, utiliza mezclas de aceites capilares profesionales. Nanoil es una línea de avanzados aceites perfectamente formulados pensando en el crecimiento y la nutrición del cabello. Estos aceites bloquean la caída del pelo, lo fortalecen y acondicionan tanto el cabello como el cuero cabelludo. Haz un [test de porosidad del cabello] y elige un aceite Nanoil que cuide tu peinado de forma profesional.
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