A cinco pasos de una piel perfecta: la mejor rutina de cuidado facial

A cinco pasos de una piel perfecta: la mejor rutina de cuidado facial

El cuidado de la piel es un reto al que debes enfrentarte si realmente quieres lucir una piel sana y sin imperfecciones. Pero ¿cómo hacerlo correctamente? Conocemos la teoría sobre el uso de determinados cosméticos, pero a menudo no sabemos cuáles elegir ni en qué orden aplicarlos sobre el rostro. Mucha gente cree erróneamente que el agua micelar es un producto para el cuidado de la piel que sustituye al tónico, la crema y el sérum. Sin embargo, la piel necesita un poco más para mantenerse sana, bella y joven. Descubre la rutina de cuidado facial perfecta. Estás a solo cinco pasos de una piel impecable.

¿Cómo mantener un rostro sano y atractivo? Estos son los 5 pasos para conseguir una piel impecable

Paso 1: limpieza

Solemos pensar que la crema hidratante es el elemento más importante del cuidado de la piel. Sin embargo, esto no es cierto. En realidad, la limpieza facial es lo más importante. La limpieza es la base de una piel sana y el factor clave en el cuidado de la piel, gracias al cual la piel puede funcionar correctamente. Una piel sucia tiene peor absorción, por lo que ni siquiera la crema de mejor calidad cumplirá su función. Además, las toxinas que se acumulan y no se eliminan eficazmente, los restos de maquillaje y los fragmentos de células muertas bloquean (obstruyen) las salidas de las glándulas sebáceas, lo que impide que la piel respire. Como consecuencia, aparecen granos, espinillas y se altera el funcionamiento de la piel. Si no limpias la piel, el equilibrio hidrolipídico se verá alterado. Como consecuencia, tu piel estará grasa o extremadamente seca. Cuídala adecuadamente ya en esta primera etapa y elige una rutina de limpieza al más alto nivel. Estos son los mejores métodos de limpieza de la piel:

- OCM (método de limpieza con aceite): este es el método de limpieza de la piel más eficaz y se basa en la regla de que "el aceite disuelve el aceite". Por eso, los aceites son insuperables a la hora de eliminar incluso el maquillaje resistente al agua, el exceso de sebo y las impurezas, dejando la piel suave como la seda, fresca, pura y lista para otros tratamientos. El aceite de ricino es la mejor opción para una limpieza OCM. No dudes en mezclarlo con otros aceites naturales para crear tu mezcla OCM perfecta. Elige aceite de argán, aguacate o jojoba o mézclalos todos para adaptarlos a tus preferencias y necesidades dermatológicas.

- Agua micelar + espuma limpiadora (o gel): si optas por métodos de limpieza más tradicionales y te cuesta renunciar al agua micelar, vas a necesitar un apoyo para limpiar la piel con precisión. Las espumas faciales suaves, pero con una potente acción, destacan sobre otros productos. Por supuesto, debes adaptarla a tu tipo de piel y utilizarla después de desmaquillarte con el agua micelar.

Paso 2: tónico

Abandonar el tónico es un error muy común en el cuidado de la piel. No lo trates como una reliquia del pasado: es un ingrediente esencial en el cuidado de tu piel. Su efecto está infravalorado. En realidad, es el tónico el que restablece el pH, acidifica, suaviza la epidermis y aumenta la capacidad de absorción de la piel, por lo que funciona como una imprimación fantástica para otros productos. Un buen tónico facial también tiene un efecto acondicionador gracias a los extractos de plantas y otros ingredientes esenciales para mantener la piel en forma.

Su fórmula acuosa y ligera permite que las partículas del cosmético penetren en las capas más profundas de la epidermis, lo que convierte al tónico en un producto muy eficaz.

¿Qué tónico elegir?

Lo ideal es elegir uno natural sin siliconas ni alcoholes de cadena corta, PEG o derivados del petróleo. Echa un vistazo a los hidrosoles, aguas florales totalmente naturales obtenidas mediante la destilación al vapor: son insustituibles en el cuidado de la piel.

El agua termal es otro tónico facial eficaz: una enorme cantidad de muchos elementos cruciales lo convierten en uno de los mejores tónicos naturales. El agua termal contiene hierro, sodio, selenio, litio, silicio, potasio y magnesio.

Además, el agua termal tiene un efecto calmante de la piel, fortalece, repara y alivia todo tipo de inflamaciones, bloquea la actividad de los radicales libres y ralentiza el proceso de envejecimiento.

Paso 3: sérum facial

El sérum facial es uno de los productos que mejor hidratan la piel. La idea es proporcionar a la piel una revitalización intensiva.

Su consistencia acuosa y ligera es el secreto de la eficacia del sérum: los ingredientes activos llegan a las capas más profundas de la piel, donde una crema hidratante no tiene ninguna posibilidad de llegar. Gracias al sérum, se puede trabajar la piel con más intensidad. ¿El resultado? Reparación intensiva, aumento de nutrientes, hidratación, rejuvenecimiento y tratamiento mejorado de muchas afecciones cutáneas.

El sérum está formulado sin sustancias que actúen sobre las capas externas de la piel. Su composición está formada principalmente por ingredientes activos que se supone que actúan a más profundidad. Por ello, estos productos contienen sustancias de gran valor. La eficacia de los componentes de los sérums más populares ha sido confirmada. En estos sérums encontrarás aceites naturales (sobre todo aceite de argán y aceite de jojoba ricos en AGE, fitoesteroles y flavonoides, así como sustancias esenciales para la piel, como vitaminas A, C, E), ácido hialurónico (retiene las moléculas de agua y mantiene la piel joven), coenzima Q10 (potente antirradicales libres), células madre (principalmente derivadas de una rara variedad de manzana, pero también del árbol de argán), colágeno (proteína de la juventud, necesaria para mantener la elasticidad de la piel).

¿Cómo elegir un buen sérum facial?

Comprueba siempre la composición y la selección de sustancias activas que hacen que el producto funcione como promete el fabricante. También podrás prepararte fácilmente un sérum facial perfecto. Consulta las recetas de sérum facial casero natural.

Paso 4: crema para el contorno de ojos

El cuidado de la piel del contorno de los ojos es crucial, ya que esta zona del rostro se ve afectada por las arrugas con mayor rapidez. A partir de los 20 años, se recomienda utilizar una crema hidratante ligera para la piel de los ojos.

Sin duda alguna, la piel de los ojos se beneficiará de los aceites vegetales naturales, los cuales forman una oclusión microscópica en la superficie de la piel, protegiendo las zonas sensibles y delicadas del rostro de daños. Si introduces el cuidado natural de la piel en la zona de los ojos a una edad temprana, las arrugas invadirán tu rostro más tarde. Un buen aceite mezclado con ácido hialurónico es como una inversión que se traduce en vitalidad de la piel y aspecto juvenil a largo plazo.

Paso 5: crema

Sin duda alguna, una crema hidratante es un cosmético imprescindible. Se conoce y utiliza desde hace mucho tiempo: el primer producto de este tipo se encontró en la tumba de Tutankamón. Ya en el siglo XIV a.C., en Egipto se elaboraban cremas faciales mezclando grasa de origen animal y... sangre de reptiles. Más tarde, se hicieron las primeras mezclas antiedad a base de cera, ciprés y aceite de oliva (rápidamente sustituido por el aún apreciado aceite de almendras).

Hoy en día, los ingredientes de las cremas faciales se mejoran y componen pociones más refinadas. Sin embargo, ninguna sustancia puede sustituir a los aceites naturales: equivalen a una fuente inestimable de flavonoides y esteroles vegetales, AGE, escualeno, carotenoides y protector solar natural. Su poder acondicionador los convierte en un ingrediente habitual tanto en las cremas de día como en las de noche. Pero ¿qué sentido tiene esta diferenciación entre cremas de día y de noche? 

Crema facial de día

Es un producto que responde a nuestras necesidades y a una actividad específica de la piel en la que nadie había pensado hasta hace poco. Una crema facial de calidad no solo debe nutrir e hidratar la piel, sino también protegerla de agentes nocivos externos y daños causados por la radiación UV. Una crema de día es más ligera, tiene menos ingredientes activos reparadores y se centra principalmente en mantener la piel a salvo. Por ello, suele contener aceites naturales con propiedades protectoras, calmantes y oclusivas. Con total seguridad, estos aceites aumentan el prestigio de un cosmético. Si a tu crema hidratante le faltan aceites naturales, ¡no te preocupes! Mézclala con unas gotas de un aceite de belleza antes de aplicarla.

Las cremas faciales modernas abordan los problemas cutáneos más comunes de nuestro tiempo. Por eso se están creando tantas cremas de día "urbanas": además de proteger del sol y las heladas, son ricas en sustancias que forman un escudo anticontaminación que protege la piel de la polución ambiental.

Crema facial de noche

Significa un cuidado más avanzado de la piel. Una crema facial de noche es más pesada, tiene un efecto hidratante más potente y actúa más intensamente debido a los fuertes nutrientes que protegen la piel cuando se producen los procesos reparadores más intensos. Es decir, durante el sueño.

Cuidados adicionales de la piel

Aparte de los cinco pasos básicos que hay que seguir en el cuidado de la piel, también hay rituales excepcionales que deben llevarse a cabo con regularidad y que actúan intensamente sobre la piel. Un exfoliante facial y las mascarillas complementarán el cuidado de la piel proporcionando resultados sorprendentes. Las enzimas desempeñan un papel fundamental en este tipo de cosméticos. Se trata de sustancias de valor incalculable que eliminan a la perfección la mezcla de sebo y células muertas de la piel.

Las enzimas utilizadas con fines de belleza proceden de la fruta. ¿Cómo afectan a la piel? Imagínate otra familia de enzimas responsables de la digestión de los alimentos en el estómago. Las enzimas cosméticas actúan de forma muy similar, como la papaína, que "digiere" las células muertas de la superficie de la piel. Como resultado, aparecen nuevas células sanas y la piel adquiere un aspecto fresco y joven.

Los ácidos AHA constituyen otro grupo de ingredientes limpiadores de la piel y revitalizantes de la epidermis que normalmente encontramos en los exfoliantes. Hasta hace poco, se utilizaban exclusivamente en tratamientos profesionales de salones de belleza. Actualmente, se pueden utilizar ácidos sobre la piel en casa. Después de esta terapia de limpieza profunda, utiliza una mascarilla facial, que es otra forma intensiva de cuidado de la piel y la cual mejora instantáneamente el estado y el aspecto de tu piel.

Todos los productos y tratamientos mencionados son la clave para una piel sana, bonita y joven. Sin embargo, hay algo esencial que debes recordar: elige siempre cosméticos naturales de calidad. Comprueba la calidad de los aceites de belleza y opta por productos ecológicos certificados. Haz lo mismo cuando compres cremas y aguas florales: lee el INCI de tu futura crema hidratante. Tu rutina de cuidado de la piel tiene posibilidades de llegar a ser perfecta, igual que tu piel.

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Aceite de Ricino
Aceite de jojoba
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